Francisco, el argentino que construyó puentes en Iraq
Por Matías Koller Deuschle
Desde su asunción en marzo de 2013, el Papa Francisco ha gestado una agenda diplomática sumamente activa, viajando por todo el globo con el fin de llevar la paz y promover la unión de los pueblos. A la fecha, ha realizado 33 viajes internacionales por todos los continentes, aunque su visita a comienzos de marzo a la tierra de Abraham, Iraq, ha sido uno de los más relevantes de su trayectoria como Sumo Pontífice.
¿Qué representa Iraq?
En pocas palabras, Iraq representa la cuna de la civilización judeo-cristiana, pilar básico de la cultura Occidental. Hace 5 mil años, en los valles fértiles de Sumeria surgió la escritura, junto con las primeras urbes del mundo y los míticos jardines de Babilonia.
Al día de hoy, la tierra de Abraham, conserva un lugar geopolítico sumamente estratégico, como se observa en el siguiente mapa, al posicionarse en el corazón de Medio Oriente y equidistante de Europa, África sahariana, India y China. En todas esas regiones, la antigua Sumeria ha tenido influencia aunque con particular ahínco en “Occidente”.
La semilla de Occidente, destruída por Occidente
El siglo XXI solo trajo desolación para el pueblo iraquí. Si bien es cierto que el país (mayoritariamente) árabe era víctima de un régimen dictatorial, en 2003 comenzó la destrucción del país por parte de Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Australia, Reino Unido, España y Polonia. ¿El resultado de la invasión para sacar al dictador? Colapso económico, social y un caos terrorífico, al que se sumó el advenimiento del Estado Islámico (ISIS) en parte de su territorio.
El conflicto religioso
Desde hace un siglo, producto de la mal lograda intervención inglesa y francesa en 1919 en lo que otrora fue el Imperio Otomano, Medio Oriente se ha caracterizado por ser una región de profundos conflictos religiosos; cuestión que se traslada a los planos político, económico y social. En la región conviven árabes, kurdos, turcos, persas (entre otras minorías), que si bien en su gran mayoría profesan el Islam, no todos pertenecen a la misma rama de tal religión. Para complejizar las cosas, las diferentes etnias son atravesadas transversalmente por dos grandes corrientes del Islam, la chiíta y la sunita; tratándose de una división generada tras la muerte del profeta Mahoma (siglo VII d.C.).
Por su parte, en Medio Oriente habitan también minorías cristianas, como los coptos en Egipto o los caldeos en Iraq. La presencia de fieles en la región ha motivado la visita de su Santidad a Iraq, aunque su accionar fue sumamente superador.
La visita del Papa Francisco a Iraq
Francisco se reunió con todos los sectores. Políticos, religiosos y ciudadanos en general recibieron la visita del Supremo Padre. Pese a los profundos enfrentamientos entre el gobierno nacional de Iraq y la región autónoma del Kurdistán, el Papa se reunió con los principales mandatarios de ambas partes; primero en la capital iraquí, Bagdad, y luego en la principal ciudad kurda, Erbil.
Por su parte, las diferencias de credo no fueron un impedimento para sus visitas, sino por el contrario, su motivación. En primera instancia, Francisco visitó a los cristianos caldeos en la Catedral de San José en Bagdad. En esta sintonía, se trasladó hasta Qaraqosh, ciudad al norte del país y destruida por el Estado Islámico. Allí, visitó a los residentes cristianos e instó a la reconstrucción causada por el terrorismo.
Por otro lado, y dato para nada menor, el Papa se reunió con el Ayatolá Al-Sistani. El gran Ayatolá es el mayor referente de los chiitas en Iraq y uno de sus mayores líderes en el mundo Islam en general. Y por último, para completar este panorama, Francisco asistió a un encuentro interreligioso en Ur, una de las primeras ciudades del mundo, cuyos monumentos aún (afortunadamente) persisten hasta nuestros días.
Mensajes de su Santidad y repercusiones
Las imágenes de Francisco abrazando fieles, recorriendo el país y realizando actos delante de las ruinas ocasionadas por Occidente y el Estado Islámico, resultan postales conmovedoras, cuya trascendencia ha tenido un impacto sin comparación.
Tal es así que vía Twitter el presidente de Iraq, Barham Ṣalih, resumió la visita del Papa al decir: “fue nuestro invitado en Bagdad, Nayaf, Ur, Nínive y Erbil trayendo un gran mensaje de humanidad y solidaridad con nuestro país. Su presencia, signo de paz y amor, permanecerá para siempre en el corazón de todos los iraquíes”.
Por su parte, también vía Twitter, Francisco cerró su visita con un mensaje en particular para las mujeres: “Quisiera dar las gracias de corazón a todas las mujeres, especialmente a las de Iraq, mujeres valientes que siguen dando vida, a pesar de los abusos y las heridas.”
“Resistir a la tentación de la venganza” y decir “no al terrorismo y a la instrumentalización de la religión” han sido algunas de las frases del Papa en aquellas tierras que tanto caos y conflicto han visto en las últimas décadas. Franciso ha buscado unir al pueblo iraquí y llevar la paz, ya que como dijo al finalizar su gira por aquellas tierras, “todos son hermanos”.