Hablemos de Kinesiología en Rosario

Breve análisis de la realidad actual de la Kinesiología en la ciudad de Rosario

Por Lic.Cristian Espejo

Terapistas físicos, fisioterapeutas, kines. Existen distintas formas de nombrar a los y las profesionales de la salud que se encargan, principalmente, del proceso de rehabilitación física de las personas.

Se trata de una profesión en auge y con crecimiento exponencial en las últimas décadas. Sin embargo, los y las trabajadoras del sector, no consiguen acompañar ese “boom” del mercado, con un mejoramiento en las condiciones de trabajo y en la formación académica.

 Situémonos en primer lugar en la formación. La Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría, es una carrera de grado de 5 años de duración, que se dicta en universidades públicas y privadas del país. En cuanto a la oferta pública en Argentina, encontramos únicamente la UBA, UNC, UNER, UNNE, UNRN y UNLaM, reconociendo aquí un grave problema: no hay opción pública en la Provincia de Santa Fe (UNR / UNL).  Esta situación, genera un impacto muy marcado en el perfil de los y las estudiantes de la carrera en la región: jóvenes de las universidades privadas, pertenecientes a una clase social acomodada, sin vida política universitaria y con una visión mercantilista de la educación y la salud. ¿Resultado? Poco compañerismo y ninguna asociación gremial a la vista durante el posterior ejercicio profesional. 

Por supuesto, existe una minoría de estudiantes que pertenecen a una clase media trabajadora, que transitan su vida universitaria trabajando paralelamente para costear sus estudios, y encuentran de esta forma, el primer cachetazo en su vocación.

Otro aspecto importante a destacar, es la casi obligatoriedad de la formación de posgrado, también de oferta privada, con costos aún más elevados que la carrera de grado.

Ahora bien. ¿Qué podemos decir acerca de la práctica profesional?

Podemos comenzar enunciando los aspectos a evaluar:

  • Características ergonómicas del trabajo
  • Tipos de vinculación laboral
  • Ingresos netos percibidos
  • Reconocimiento público e interdisciplinario de la profesión
  • Aspectos relacionados a perspectiva de género  

Características ergonómicas del trabajo

Se trata de un trabajo con una alta exigencia física y mental, dado que, por un lado, se realizan manipulaciones y ejercicios en posturas muchas veces forzadas; y, por otro lado, la alta frecuencia y la duración de las sesiones demanda un acompañamiento terapéutico psicoemocional del paciente.

Es cierto que, acompañado con la tendencia de especialización de los y las profesionales en algunas áreas de la Kinesiología puntuales, dichas exigencias tienden a concentrarse en una menor cantidad de factores nocivos ocupacionales (anteriormente los y las profesionales eran generalistas). De cualquier manera, no existe concientización acerca del impacto ergonómico negativo que trae consigo cada área de especialidad kinésica.

Los y las kinesiólogas trabajan en espacios muy diversos: intrahospitalario, clínicas privadas, consultorios, clubes, domicilios particulares, spas, gimnasios, etc. Su intervención puede ser grupal/individual, manual/verbal/instrumental y presencial/virtual.

Tipos de vinculación laboral

La gran mayoría de los y las kinesiólogas, trabajan en el sector privado autogestivo. Solo una pequeña cantidad de profesionales trabajan en relación de dependencia con empleo registrado en el sector público o privado.

Pongamos el foco entonces en la situación laboral mayoritaria.

El trabajo autogestivo (en condición de monotributista) genera una perpetuación de situaciones precarizantes, que comienzan con la carencia de derechos laborales como licencias por enfermedad, maternidad/paternidad, vacaciones pagas, aguinaldo, etc.; se continúan con una clara distorsión vocacional (múltiples tareas administrativas, de gestión y venta) y finalizan en una constante incertidumbre económica y falta de protección gremial.

El Colegio profesional brinda asistencia insuficiente ante estas contingencias: existen subsidios por incapacidad transitoria, matrimonio/unión civil y nacimiento, pero sus montos son irrisorios.

Situaciones como la cuarentena, han generado un perjuicio económico en muchos kinesiólogos y kinesiólogas que, dependiendo del área en el que trabajaban, se han visto imposibilitados a trabajar normalmente. Éste es un ejemplo más entre tantos factores sociales que desestabilizan los ingresos de los y las trabajadoras del sector.

Las vacaciones se toman únicamente en momentos de baja demanda laboral, y su duración nada tiene que ver con la antigüedad en la profesión, sino con la capacidad económica del profesional para solventar el ausentismo laboral.

Ingresos netos percibidos

Los ingresos, para la gran mayoría de los y las kinesiólogas (monotributistas), provienen de dos fuentes principales: pagos de las obras sociales/prepagas y pagos particulares.

Analicemos y comparemos los valores de algunos de los Colegios Profesionales y los honorarios que reconoce OSPAC (Mayo 2023):

COLEGIOMINIMO ARANCEL ETICOARANCEL OSPACMATRICULACIÓN INICIAL
KINESIOLOGÍA$ 1.900$ 1.509,84$ 51.000
MEDICINA$ 4.050$ 2.400$ 6.700
ODONTOLOGÍA$ 7.566$ 2.446$ 4.600
PSICOLOGIA$ 4.100$ 2.679,50$ 6.000
PSICOPEDAGOGIA$ 3.200$ 1.951$ 19.200
TERAPIA OCUPACIONAL$ 2.500$ 1.680$ 10.500
ENFERMERÍA$ 1.900 $ 9.000
FONOAUDIOLOGÍA$ 3.200$ 2.400$ 33.600
NUTRICIÓN$ 2.400$ 2.400$12.700 

*Estos valores corresponden únicamente a la ciudad de Rosario y alrededores.

Tal como observamos, la Kinesiología está mal valorada económicamente, tanto desde su Colegio Profesional como también desde OSPAC. Además, somos quienes más pagamos para obtener la matriculación inicial (nueve veces más que en Psicología, y cobrando menos de la mitad cada sesión).

Históricamente los pagos de las obras sociales han tenido las siguientes características:

  • Insuficientes: no llegan al mínimo arancel ético profesional y según el período, oscilan entre el 60-80% del mismo. Además, no permiten el cobro de coseguro.
  • Convierten al profesional en financista: los retrasos en los pagos, en un país inflacionario, son intencionales (claramente responden a una maniobra fraudulenta de financiación a costa del profesional).
  • Generan mayor burocracia año a año: alejan al profesional de su verdadera vocación y le obligan a realizar tareas administrativas cada vez más engorrosas. En muchos casos, el hartazgo genera que algunos profesionales dejen de trabajar por obra social, perjudicando a la población general.
  • Refuerzan la mentalidad verticalista de la salud: con la visión médica-centrista, financian principalmente al sector médico, quirúrgico y medicamentoso, recortando presupuesto para resto de les profesionales de la salud.
  • Excluyente: cerca de la mitad de las obras sociales/prepagas no tienen convenio colectivo con CORECO (ente facturador de prestaciones kinésicas), vulnerando el derecho del afiliado a elegir a su profesional y a los y las profesionales a trabajar libremente.

Veamos el caso de la Caja de los Profesionales del Arte de Curar (CPAC). El detalle a tener en cuenta, es que todos y todas pagan el mismo monto de carga previsional y obra social según edad (ambos injustamente obligatorios) sin distinción de profesión, pero a la hora de pagar honorarios profesionales, CPAC sí discrimina entre las diferentes profesiones.

También podemos observar que incluso la propia entidad previsional de los y las profesionales, no respeta a los mínimos aranceles éticos profesionales en ninguna de las profesiones que nuclea.

En el caso de Kinesiología, la gran mayoría de las y los profesionales no aportan a CPAC (por imposibilidad económica), generando una deuda con futuro incierto, con absurdos salvatajes mediante planes de pagos mínimos que permiten retrasar el desenlace final, posiblemente de tenor judicial. Una vez más, reconocemos una situación injusta en nuestros colegas: incertidumbre económica para su etapa jubilatoria y también para su capital futuro, si es que la deuda contraída deviene en juicios y embargos.

Volviendo al tema de los ingresos netos, es importante destacar que en los últimos años la crisis socioeconómica de Argentina afecta negativamente en la posibilidad de generar ingresos particulares. Se genera un círculo vicioso entre la población que se refugia por necesidad en su obra social/prepaga y los y las profesionales que no aceptan las condiciones precarizantes de las mismas. El resultado es una tendencia hacia la salud privada para una elite social (pagos particulares) y un modelo industrializado de salud (pagos obras sociales/prepagas). 

Reconocimiento público e interdisciplinario de la profesión

Es bien sabido que la Kinesiología ha ingresado año a año a nuevos ámbitos de la salud, ofreciendo opciones terapéuticas de rehabilitación y prevención. Es por ello que nuestra profesión sigue estando en auge, y goza del reconocimiento público tanto en medios de comunicación como en el “boca en boca” de los y las pacientes.

Sin embargo, la visión verticalista de la salud (con los y las médicas por encima del resto de las otras profesiones sanitarias) sigue retrasando el tan ansiado reconocimiento interdisciplinario de nuestra profesión, necesario para que se genere un mejoramiento de nuestras condiciones laborales. Veamos algunas situaciones:

  • Profesionales de primer contacto: hasta el día de hoy, las y los kinesiólogos aún necesitamos de una orden médica para ejercer nuestra profesión. Esto limita nuestro trabajo y condiciona el reconocimiento de nuestro saber profesional.
  • Kinefilaxia: no podemos trabajar en uno de los 3 pilares de la Kinesiología, la prevención. Si no podemos trabajar sin orden médica, entonces no podemos realizar trabajos de prevención en personas sanas.
  • Trabajadores esenciales: durante la cuarentena establecida a nivel nacional por la pandemia de Covid-19 en Marzo 2020, las y los kinesiólogos (salvo en algunas especialidades kinésicas) no pudimos continuar con nuestro trabajo, por no ser reconocidos como trabajadores esenciales. Ésta situación visibilizó la falta de reconocimiento de nuestra profesión en el sistema de salud pública.  

Aspectos relacionados a perspectiva de género. 

Si bien la carrera de Kinesiología es, según los últimos relevamientos, la de mayor paridad de género al momento de ingresar, existen por supuesto muchas desigualdades y problemáticas de género tanto en la etapa académica como en el ejercicio profesional.

En ambas Universidades donde se dicta la carrera en Rosario (UGR y UAI), no existe comisión de género ni capacitaciones en la materia. Lo que sí han existido, son docentes hombres que han generado situaciones incómodas a muchas estudiantes durante su cursado.

En el ejercicio profesional de la Kinesiología, observamos algunas situaciones a destacar:

  • Recién en 2023 se crea la Comisión de Género en el Colegio de Kinesiólogos 2da Circunscripción. Hace años que existe en otros colegios profesionales. De cualquier manera, esperamos sea el puntapié inicial, de un amplio desarrollo de acciones en la materia.
  • No se han realizado acciones colectivas para eliminar y/o evitar los flagelos de violencia psicológica, física o verbal, acoso, etc. que sufren las mujeres en el ámbito de la Kinesiología, ya sea como paciente o terapeuta.
  • Existen desigualdades en la sociedad, por cuestiones de género, que se trasladan al ámbito laboral kinésico: menores ingresos netos percibidos (teniendo en cuenta los ingresos particulares) y dificultades por ser monotributista mujer (en cuanto a licencias por maternidad y período menstrual por ejemplo).

Análisis final y proyectos futuros

Dicho todo lo anterior, creo importante que este análisis no quede simplemente en una denuncia. Es de suma importancia reflexionar acerca de las causalidades de la situación actual:

  • La Educación Pública es un derecho, no un gasto público. Permite que mayor cantidad de estudiantes puedan llegar a ser profesionales, habilita la democratización de los espacios académicos, genera unión entre pares, congrega personas de diferentes clases sociales y evita la mercantilización del saber.
  • Es necesario no caer en la demonización de las entidades gremiales, que tan mala fama le han hecho los medios de comunicación. Sin ellas, no es posible mejorar nuestras condiciones laborales.
  • Es importante habitar y participar activamente dentro de las instituciones que nos nuclean. Enviar proyectos, ejercer nuestro derecho a protestar, solicitar información, reuniones, etc. Tanto en el Colegio Profesional como en CPAC.
  • Interiorizarnos en el funcionamiento legal de nuestra profesión, permite generar las modificaciones de fondo que necesitamos para revertir la precarización laboral. Nos permite solicitar lo que necesitemos a quien corresponda. A las y los delegados del Colegio, lo que respecta al mismo. A las y los legisladores provinciales y nacionales, lo que respecte a CPAC y el ejercicio legal de la Kinesiología.

Este informe no es más que un análisis personal de quien suscribe, Cristian Espejo (Klgo Mat. 1346/2), a partir de mi experiencia personal en mis etapas formativa y profesional. Espero sea de utilidad para nuevas discusiones y acciones colectivas.

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